Cómo el ruido blanco puede salvar la vida de millones de pájaros

2022-01-25 10:47:50 By : Mr. Daniel Guo

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El ruido blanco podría evitar miles de colisiones de aves migratorias con estructuras y edificios.

Cada año miles de millones de aves mueren a causa de colisiones con altos edificios de vidrio, torres de comunicación y líneas eléctricas, un número asombroso que se espera que aumente a medida que las ciudades crezcan hacia afuera y hacia arriba.

Para tratar de reducir esta cantidad de impactos y salvar todas estas aves migratorias un estudio, publicado en la revista PLOS ONE, propone la instalación de "faros acústicos" que emitan ruido blanco en ráfagas cortas. De esta manera se conseguiría alertar estas aves de los obstáculos en su camino y evitar que colisionaran con todas estas altas estructuras e, incluso, con turbinas eólicas.

Las turbinas eólicas suponen un gran riesgo para las aves.

Los investigadores realizaron pruebas de campo con dos tipos de señales de sonido que consiguieron reducir la actividad de las aves alrededor de las torres de comunicación hasta en un 16%, y creen que estos faros acústicos también podrían reducir el riesgo de que las aves colisionen con otras estructuras.

“Las turbinas eólicas están construidas para aprovechar la energía de las mismas corrientes de viento por las que viajan las aves migratorias. Es un área de alto potencial de conflicto entre las aves migratorias y el desarrollo humano”, explica el biólogo conservacionista Timothy Boycott del William & Mary College y autor principal del estudio.

Los altos edificios, torres metálicas de telecomunicaciones o los parques eólicos seguirán aumentando a un ritmo asombroso en los próximos años y, por eso, estas colisiones se volverán aún más habituales poniendo en riesgo a muchas poblaciones de aves migratorias.

"Estamos construyendo estructuras a un ritmo más rápido que en cualquier otro momento de la historia humana", asegura el ecólogo de vida silvestre Jared Elmore. "El vidrio es un material de construcción realmente atractivo y barato y eso no es bueno para las aves".

Los conservacionistas han ideado todo tipo de estrategias en un esfuerzo por reducir el número de muertes por colisiones de aves, desde vidrios estampados hasta cortinas de cuerda y luces láser, pero estas estrategias no siempre son efectivas, probablemente porque las aves ven el mundo de manera muy diferente a los humanos.

Los edificios de vidrio comportan muchas colisiones de aves migratorias.

La mayoría de las aves tienen ojos a ambos lados de la cabeza, mirando hacia afuera, lo que significa que las aves que vuelan con la cabeza hacia abajo y las alas hacia arriba tienen un punto ciego abierto justo en frente de ellas.

Dado todo esto, Boycott y sus colegas pensaron que el sonido podría ser una mejor advertencia de seguridad para las aves que se acercan a gran velocidad a una estructura.

Los investigadores lo probaron por primera vez con pinzones cebra realizadas durante la migración otoñal de América del Norte. Los altavoces emitieron ruido blanco en ráfagas de 30 minutos alrededor de dos torres de comunicación en la península de Delmarva, en la costa este de los Estados Unidos. Con los altavoces instalados en la base de las torres, se probaron dos tipos diferentes de ruido blanco durante seis días.

"Ambos eran de amplio espectro, una especie de sonido sibilante y estático", explica Boycott.

Con el uso de cámaras para capturar los comportamientos de vuelo de más de 1500 aves que pasaban a menos de 100 metros de dos torres de comunicaciones pudieron contar las aves potencialmente salvadas, en lugar de contar las aves perdidas, como lo han hecho otros estudios.

Boycott y sus colegas grabaron a las aves en pleno vuelo desde múltiples ángulos, analizaron las imágenes y descubrieron que ambos sonidos disuadían a las aves de volar demasiado cerca de las torres.

Aves migratorias volando cerca de un parque eólico.

“Se mantuvieron más alejadas de las torres y desviaron más sus trayectorias de vuelo", señala Boycott, lo que podría indicar que las frecuencias más bajas son más claramente audibles para las aves, aunque puede variar de una especie a otra.

Las pruebas anteriores también mostraron que el sonido por sí solo podría no desviar a las aves, sino alertarlas sobre los peligros que se avecinan, por lo que es posible que aún se necesiten señales visuales adicionales. Por ejemplo, un estudio en Noruega descubrió recientemente que pintar una pala de aerogenerador de negro para aumentar la visibilidad podría ayudar a reducir el riesgo de colisión.

En cuanto a los faros acústicos, es posible que también sea necesario ajustar las frecuencias para las aves nativas en otros continentes. También sería prudente considerar los impactos del ruido artificial en general, ya que la invasión humana del mundo natural es lo que creó esta situación.

"Las señales acústicas de advertencia también podrían presentar desafíos para otros animales salvajes, enmascarando las señales de comunicación o aumentando el estrés", señalan Boycott y sus colegas. "Para reducir las consecuencias negativas no deseadas de las señales acústicas de advertencia, el uso intermitente dependiendo del contexto puede ser una solución".

Sin embargo, como prueba inicial, estas señales de advertencia audibles podrían ser un paso prometedor para salvar miles de aves migratorias cada año. 

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